Aquí podrán ustedes encontrar a algunas personas que dicen estar en contacto con entidades bien espirituales bien extraterrestres. No voy a opinar sobre esto, lo dejo a su entera disposición en lo que a formar una opinión se refiere. Eso si, resaltar que este mensaje que esta gente quiere transmitir no es malo, obtienen muy poco beneficio de ellos, más bien les supone el ser ridiculizado. Lo se por propia experiencia. Prueben ustedes a decir que creen en extraterrestres e incluso en la posibilidad de que nos estén visitando e interfiriendo en nuestro desarrollo y comprobarán lo que digo.

Sin embargo encontraremos clínicas psicológicas especializadas en el tratamiento de personas que dicen haber sido abducidas. Se sorprenderían al descubrir que sus pacientes no son cuatro paletos de Kentucky sino personas con formación universitaria en todas las ramas: medicina, derecho, política etc.…. Y que esto no se limita a los EE.UU. sino que es un fenómeno a nivel global y que abarca a personas de todas las culturas, algunas de ellas no han oído hablar de un ovni en su vida y jamás se habían planteado la posibilidad de vida extraterrestre.


Así mismo encontramos en Mil Robles la clínica del doctor Roger Leir una clínica especializada en la extirpación de lo que los pacientes afirman son implantes que les habrían colocados en sus experiencias con estos seres. Estos implantes fueron analizados y no se logró por parte de científicos bien formados y con instrumentos de última generación el determinar de que se trataba ni siquiera el material del que estaban compuestos. Pero simplemente no se siguió investigando, estos objetos siguen a disposición de la ciencia por parte de los responsables de la citada clínica. Recomiendo visitar la página www.proyectopv.org/1-verdad/implantes.htm.

Dadas estas premisas deberíamos de ser un poco más cautelosos a la hora de criticar a estas personas y sus afirmaciones. Y si me disculpan ustedes, tendré que alegar aún a sabiendas de que resulta poco racional que hay algo en estas personas algo en su forma de hablar que me infunde cierta credibilidad no me pidan que se lo explique pero así es.

Les pediré además que hagan ustedes un esfuerzo de imaginación. Imagínense que viajan con sus automóviles de noche y que a la salida de una curva se encuentran ustedes con un objeto luminoso y metálico en medio de la carretera. Imagínense por un momento que contactan ustedes con entidades biológicas extraterrestres, y que estas les dan un mensaje. Imagínense por un momento el ridículo que supondría el contárselo abiertamente a los demás y que nadie les creyera. Imagínense por un momento, que lo más probable es que ustedes no lo contarían y probablemente les supondría un serio trastorno en su vida. No afirmo ni niego lo que aquí expongo pero no creo que el mensaje que se envía sea negativo. Y en vista de los numerosos avistamiento de este tipo de naves, que son una “moda” que ya lleva con nosotros sesenta años y que se repite sin parar en diferentes épocas, continentes y culturas lo más probable es que haya algo de cierto en alguna de ellas.